El retorno al deporte

Si usted ha tenido FHL y ha recibido un tratamiento efectivo, tendrá que volver a aprender a usar su(s) pie(s) correctamente. Y como el HLF es una condición que afecta a toda la biomecánica del sistema músculo-esquelético en los humanos, tendrá que volver a aprender a utilizar todo su cuerpo de manera armoniosa. Si ya era practicante o si ya practica un deporte específico antes del tratamiento, se recomienda volver a aprender los movimientos básicos. Para deportes complejos como los de pelota con arranques y paradas "stop and go", cambios de dirección, etc... este reaprendizaje puede requerir varias docenas de horas de adaptación. La liberación del FHL permitirá movimientos más fluidos y estables y sus movimientos serán más eficientes.

Si no se ha practicado un deporte específico de forma habitual, es aconsejable volver a la actividad física de forma gradual y para ello, la marcha nórdica es especialmente adecuada.

La caminata nórdica o nordic walking (NW) es una actividad al aire libre que tiene la ventaja de ser practicable en todas las estaciones. Es una caminata activa acelerada con bastones generalmente hechos de materiales compuestos. Esta actividad no requiere un nivel muy alto de aptitud física básica y es accesible para la mayoría de las personas de todas las edades. El uso de bastones es un elemento clave de esta actividad. Esto permite enderezar el cuerpo y alinear la columna vertebral armonizando las curvas y las tensiones mediante los movimientos alternados de los brazos y las piernas. Ya sea a través de ejercicios posturales (tipo Pilates) o NW, intentamos estabilizar mejor la pelvis fortaleciendo los extensores de la cadera (grandes músculos glúteos) y los músculos abdominales profundos. Progresivamente, el paso es mejor y la zancada puede ser alargada. La liberación del FHL proporciona un mejor soporte y sincroniza el movimiento fisiológico de la marcha.

Más allá del aspecto biomecánico, el NW es un deporte completo que permite la estimulación de la musculatura de todo el cuerpo y, si se practica en un terreno ligeramente accidentado (senderos de bosques, pastos, montañas), añade un elemento de estimulación beneficioso para el equilibrio. A esto se suman los efectos psicológicos positivos de una actividad de grupo al aire libre, el entrenamiento y la estimulación del sistema cardiorrespiratorio, la prevención de la osteoporosis, la mejora de la circulación sanguínea, los efectos beneficiosos sobre el sistema inmunológico, y al mismo tiempo la preservación de las articulaciones.

En la etapa superior y si no hay contraindicaciones, correr es también una actividad de elección después de la liberación del FHL. Sin embargo, esta actividad puede ser traumática para las articulaciones y para el sistema músculo-esquelético en general si no se realiza de forma adecuada o con demasiada intensidad. Si no era un corredor regular antes de su operación o si tiene problemas de articulaciones o sobrepeso, no recomendamos el correr intensamente a las personas mayores de 40 años. Obviamente, esta restricción debe considerarse caso por caso. Sin embargo, una actividad de impacto como la carrera practicada con moderación (menos de 20 km por semana) tiene efectos beneficiosos innegables en el cuerpo. Para la correcta práctica de esta actividad, se recomienda recurrir a profesionales que puedan enseñarle a correr correctamente (escuela de atletismo). Un trabajo sostenido y de calidad de tonificación abdominal-lumbo-pélvico es una condición para la práctica virtuosa de este deporte.

El bienestar de nuestros pies

En nuestra forma de vida, el uso de zapatos es casi permanente y es perjudicial para la salud de nuestros pies. El pie es una parte del cuerpo con muchas afinidades sensibles y una arquitectura compleja. El uso de zapatos corta los pies de los estímulos sensoriales que normalmente debería llegarles desde los diferentes pisos en los que descansan. Además, el zapato, con su estructura rígida, proporciona un soporte externo al pie que lo alivia de su función estructural y dinámica y provoca un desacondicionamiento y debilitamiento de sus músculos. Nuestros pies necesitan poder moverse libremente y deben ser estimulados por las superficies en las que se apoyan y por el peso que les aplicamos. Teniendo esto en cuenta, todas las actividades con los pies descalzos son beneficiosas. El yoga, las artes marciales, la gimnasia suave son actividades recomendadas para el reaprendizaje del movimiento y el bienestar de nuestros pies.

Deportes de pivote

El regreso a las actividades de pivote o de contacto de pivote requiere una preparación específica. Se prestará especial atención a las secuencias de entrenamiento, arranques y cambios de dirección trabajando la explosividad a nivel muscular. La calidad del anclaje en tierra es esencial y se entrenará en aviones cada vez más inestables, primero en entrenadores y luego descalzos. El calzado es muy importante y en principio debe asegurar un mínimo de cabeceo durante el desenrollado del paso. Algunos yesos o camas para los pies pueden ser un complemento útil, especialmente para el esquí.