El término órtesis para pie se utiliza aquí para referirse a los estribos calcáneos, un tipo de soporte plantar que tiene como objetivo estimular el pie como órgano estabilizador y propulsor para dar a todo el cuerpo un mejor equilibrio y sensación postural. Este enfoque difiere de los soportes plantares convencionales, que esencialmente buscan distribuir mejor la carga bajo la planta del pie.
Históricamente, la ortopedia dinámica para pies fue desarrollada por Nancy Hylton para pacientes que sufrían de una discapacidad motora. El concepto de estribos calcáneos se desarrolló para regular el tono neuromuscular y así obtener un mejor uso del pie en niños con una discapacidad neuromotora (concepto Bobath). El objetivo era promover el uso de las extremidades inferiores durante los traslados en posición de pie y caminando, y estas órtesis han demostrado su eficacia en el aprendizaje o la recuperación de un buen equilibrio dinámico. Por lo tanto, los terapeutas ocupacionales han utilizado estribos de calcáneo en niños con hipotonía o un trastorno neurológico que les impide estabilizarse correctamente en la posición de pie o caminando. Por extensión, se han utilizado gradualmente en la ortopedia para mejorar el sentido de la postura y corregir ciertas malas posiciones de la parte superior del cuerpo al caminar y, a fortiori, al correr.
A través de una mejor información propioceptiva, estos apoyos ofrecen un mejor control del movimiento y el mantenimiento del equilibrio. Los principios biomecánicos consisten en estimular la planta del pie para obtener un soporte activo del arco plantar y un despliegue fisiológico del paso. La orientación desde el comienzo de la fase de apoyo reduce el efecto de cabeceo observado en el HLF. Los estribos proporcionan información propioceptiva que estimula el tono muscular y, por lo tanto, proporciona una base sólida para la alineación de la parte superior del cuerpo durante el movimiento. El equilibrio y la estabilización dinámica de todo el cuerpo se ve influenciado positivamente.
Ejemplo de soportes dinámicos con estribos de calcáneo
Se prepara una tabla para la suela según el dibujo del pie de la persona. Esta delgada tabla de 2 mm puede ser ajustada en diferentes tipos de zapatos. Las muescas permiten la aplicación de triángulos que forman un estribo justo entre la espalda y el medio pie. El terapeuta ocupacional dibuja el pie basándose en el equilibrio postural del paciente. Los puntos de referencia requieren un buen conocimiento de la anatomía.
El análisis realizado por el ojo entrenado del terapeuta ocupacional permitirá ajustar el estribo del calcáneo para hacerlo lo más dinámico posible según las capacidades del paciente. Hay que prestar atención al estado de la piel, analizar la marcha, la postura, el morfotipo y los desequilibrios.
El propósito del estribo calcáneo es bloquear el tobillo y la rodilla y así mejorar el equilibrio general controlando la postura del pie trasero. A través del estribo, el calcáneo se mantiene en una posición estable e influye en la posición de las articulaciones superiores (control de la hiperextensión de la rodilla y la inclinación de la pelvis). Corrigiendo la alineación, se forma un nuevo equilibrio muscular y tendinoso. El estribo tiene la ventaja de proporcionar pistas sensoriales repetidamente a lo largo del día. El terapeuta ocupacional ajustará la percha de caléndula según cómo se sienta y cuánto se desgaste, por lo que el primer par de estribos siempre está hecho de materiales de baja densidad.
Una diferencia esencial entre los estribos calcáneos y los soportes plantares realizados por los técnicos ortopédicos: los terapeutas ocupacionales siempre comenzarán las órtesis con materiales que puedan aplastar y no tratarán de sujetar el pie sino de darle una información propioceptiva que estimule a este órgano para hacerlo más estable. El soporte plantar realizado por los técnicos ortopédicos tiene por objeto evitar de antemano el hiper-soporte y tiene una mejor distribución de la carga.